sábado, 23 de febrero de 2013

Switch it off and everything will come to an end

|| 0 hicieron eco
Imagínate. Apagas un interruptor y dejas de sentir. Ya no habría amor, no habría dolor ni sufrimiento, no habría lágrimas ni mucho menos recuerdos. Todo lo que te lástima dejaría de existir y aunque serías incapaz de volver a amar ya no sientes nada ni volverás a sentirlo nunca. La vida sigue su curso pero ya no te enamoras, ya no sufres, ni siquiera la muerte dolería.Si tan solo dejar de sentir fuera tan fácil como apagar un interruptor...


viernes, 22 de febrero de 2013

Ahora lo entiendes

|| 3 hicieron eco
Cuando sos chico, querés ser más grande... cuando tenes cinco, querés tener diez y cuando tenes quince, querés tener veinte; porque pensás que vas a tener más libertades, porque crees que vas a tener el valor para desafiar a tus viejos y vas a poder hacer lo que quieras cuando te de la gana. Pero después creces y te das cuenta de que en realidad no es tan así como lo imaginabas. Que todavía vivís con tus viejos y te guste o no tenes que decirles que vas a salir. Y a donde vas y a qué hora volvés. Que todavía dependes de ellos aunque no ya no sea para ir al baño o para que te den de comer en la boca. Y para entonces querés volver el tiempo. Porque las cosas no son como las imaginaste y porque para eso era mejor quedarte donde estabas. Y entonces entendes por qué Peter Pan no quería crecer.


miércoles, 20 de febrero de 2013

Be yourself, everyone else is already taken

|| 0 hicieron eco
Me pase dieciocho años de mi vida construyéndome en base a lo que los demás siempre esperaron de mí. Se que en algún lugar está encerrada la verdadera yo. Alguien bastante diferente a lo que todos conocen. Conformar a los demás y tratar de encajar. Eso fue lo que hice siempre. Y quizás, aún lo siga haciendo un poco.

Tal vez sea porque la primera persona a la que siempre traté de conformar fue a mi mamá. Desde que tengo uso de razón, hice todo para conformarla. Soy el fiel reflejo de lo que ella quiso de mí. Todo lo que quiso ser y no pudo. Me reniego a creer que, como madre, haya sido capaz de ponerme en ese lugar. Quería que fuera la hija perfecta, y lo intenté. Pero evidentemente, fracasé. No porque sea tonta sino porque me di cuenta de que nunca voy a serlo. La perfección, por mucho que me cueste aceptarlo, no existe.Y me dije a mí misma que si hacía algo, lo iba a hacer por mí.


No se cómo, cuándo ni por qué hice un clic. Lucho cada día por no ser eso que ella quiso de mí. Creo que lo voy logrando, y eso me hace feliz. "Cada vez voy descubriendo una persona que no concía y me encanta". Eso me dijo una amiga hace un tiempo. Al que le gusta esto que soy, bienvenido sea. Y al qué no, también... No se puede caer bien a todo el mundo. Y además, ser yo es más divertido.