viernes, 14 de noviembre de 2014

Yo no te conozco y ya te echaba de menos

|| 0 hicieron eco
Cuando supe que iba a verte me invadieron los nervios. Pero ni siquiera eso fue capaz de tapar la cara de idiota que se me pone cuando me gusta tanto alguien. Quería verte con todas mis fuerzas pero el miedo me superó y entonces nada. De un segundo a otro, la noche del viernes 14 de noviembre iba a quedarme en casa, estudiando como lo había planeado. Era semana de parciales, la última de clases; esa semana clave del cuatrimestre. Y aún así había renegado de eso porque cuando me propusiste vernos tiré todo a la mierda, no pude y no quise decirte que no, que mejor lo dejábamos para la semana siguiente.

Y entonces la cara de idiota se me borró y me llené de bronca conmigo misma. Bronca por haber dejado escapar una oportunidad que quizás nunca vuelva. Porque quería (y todavía quiero) verte más que cualquier otra cosa, sin importar lo que pasara después. Después me sorprendí a mi misma llorando. ¿Estás llorando idiota? ¿Por alguien que es casi un desconocido? Sí, porque por estos días sos lo único en lo que puedo pensar; estoy tonta, idiota, desconcentrada por completo. Eso es lo que generas en mí. Es tanto para tan poco tiempo que me asusta demasiado.

jueves, 13 de noviembre de 2014

If this is love you've got to give me more

|| 0 hicieron eco
Y si sos un pelotudo, más que escucharlo de boca de gente que no te conoce, necesito enterarme por mi cuenta antes de dejarte ir.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Llegaste justo cuando había dejado de buscarte

|| 0 hicieron eco
No importa cuanto intentes forzar algo con una persona. Si te habla siempre, una y otra vez, y la rema incansablemente, y vos tratas de querer que las cosas funcionen, no importa. No importa, porque basta un segundo para que llegue alguien que te mueve el piso y se vaya todo al carajo.